Alcaraz no tiene piedad de Carreño y ya está en semifinales de Basilea

Carlos Alcaraz no tiene freno. El número uno cumplió con los pronósticos y sacó adelante el partido de teórico mayor nivel desde que que es número uno del ranking ATP. Enfrente, su gran amigo Pablo Carreño, del que no tuvo piedad en una tarde en Basilea en la que fue constante en su rendimiento y derrotó en dos sets (6-3, 6-4), más apretados de lo que parece, al vigente campeón del Masters 1000 de Canadá.

Alcaraz dominó desde el principio un primer set en el que tuvo la inercia de la brillante victoria de octavos de final ante Van de Zandschulp. En el segundo, después de adelantarse de inicio y ver cómo Carreño tiraba de coraje para igualar la contienda, Carlitos pisó el acelerador para abrirse paso en el cuadro y citarse con Felix Auger-Aliassime en semifinales del torneo.

Una vez superados los dos primeros compromisos, el número uno del mundo llegaba a cuartos de final en Basilea, donde le esperaba su mejor amigo dentro del circuito. Pablo Carreño también había logrado cumplir con los pronósticos, en su caso superando a Báez y al blocar Stricker para llegar a la esperada cita con el joven que domina el ranking y al que le une una relación personal extraordinaria, fraguada en las horas compartidas durante el confinamiento, haciendo puzzles o hablando de cualquier cosa para matar el tiempo.

Sin embargo y pese a la amistad contrastada entre ambos, ni Alcaraz ni Carreño se iban a apiadar del opuesto. Lo vivimos en el duelo previo entre ambos, en la final del Godó, en la que Carlitos pasó por encima (6-3, 6-2 en poco más de una hora) de Pablo para levantar su primer trofeo de campeón en la Ciudad Condal. Eso llevaría al asturiano a buscar la venganza, en una pista rápida indoor, pero lo suficientemente jugable como para ponderar su gran labor al contraataque.

Era un partido entre el número 1 y el 15 del ranking ATP, dos campeones de Masters 1000 en 2022 y encima, compatriotas. Ninguna broma para ser los cuartos de final de un 500, perfectamente considerables como final anticipada en casa del ídolo de la juventud de Alcaraz, pero también de Pablo Carreño. Se esperaba dominio de Alcaraz en los intercambios desde el inicio y, aunque el murciano comenzó golpeando como le caracteriza, Carreño demostró que no se iba a amilanar. Intentando entrar con su derecha, pero midiendo las contras del murciano, Pablo puso pie en el partido con firmeza.

El aguante del número 15 del ranking, sin embargo, duró hasta la que la potencia de Alcaraz dijo basta y puso la distancia correspondiente sobre la mesa, con un break que ya no tendría vuelta de hoja, pese a que Carreño contó con una oportunidad de rotura que no podría aprovechar. El secreto estaba en el saque de Carlitos, con el que tanto sufrió en el primer set pero que a partir de ahí le ha permitido lanzarse en busca del título.

Alcaraz acelera hacia semifinales

En el segundo set, Alcaraz entró con la inercia positiva después de su triunfo en el primer set y Carreño, algo desconectado, no encontraba las alternativas para hacer frente a Carlos. El 2-0, por suerte para Pablo, se igualó de inmediato debido al encuentro de la subida de nivel del asturiano y cierta relajación del murciano, que se vio con el partido ganado demasiado pronto.

Pablo opuso toda la resistencia que le era posible, pero después de sufrir ante Stricker, Carlos era demasiado plato para el, sobre todo si se mantenía al nivel que se le presupone como número uno del mundo. Un nuevo acelerón de Alcaraz ponía el lazo al partido y colocaba al gran favorito en semifinales, donde vivirá la redención del duelo de Copa Davis de hace un mes frente a Felix Auger-Aliassime.